¿Cuál es la diferencia entre una crema y una pomada y qué formato funciona mejor?

Te entendemos, a nosotros también nos ha pasado. Seguro que en más de una ocasión te has encontrado en esta tesitura. Normalmente, cuando tenemos un problema en la piel, si no hemos visitado al dermatólogo para que nos realice una revisión y así obtener su valoración, vamos directamente a la farmacia y, ante nuestro propio desconocimiento, a menudo termina surgiendo la misma duda. ¿Crema o pomada? ¿Qué formato es mejor para mis necesidades?

Es lógico, a simple vista parecen medicamentos muy parecidos, por no decir que se trata del mismo producto, pero nada más lejos de la realidad. Ambas cuentan con diferentes particularidades y están destinadas a usos concretos. Ante esta situación, en NovaMás nos hemos propuesto resolverte todas las dudas y explicarte las principales diferencias entre la crema y la pomada.

Principales diferencias entre cremas y pomadas

Para empezar, debemos saber que existen diferentes tipos de fórmulas y se clasifican en tres grupos según su estado físico. Existen líquidas, como las lociones; semisólidas, como los ungüentos, las pomadas o las cremas; y las sólidas, como los polvos medicinales. Es decir, en esta línea, tanto las cremas como las pomadas, se encuentran en el mismo grupo.

Sin embargo, a pesar de contar con ingredientes parecidos, su fórmula, composición, calidad de absorción y sensación sobre la piel suele variar. Estas son sus principales diferencias:

• Absorción. Mientras las cremas tienen mejores tasas de absorción, vienen en texturas más ligeras y están hechas a base de agua, las pomadas son oclusivas. Se mantienen más tiempo en la superficie de la piel y atrapan más humedad para evitar sequedad. Es decir, si tienes una piel seca, lo ideal es optar por esta segunda opción.
• Consistencia. Por un lado, las cremas tienen una textura y consistencia más ligera. Por otro lado, las pomadas son grasas y tienen más aceite y una consistencia más espesa.
• Apariencia. Normalmente, las cremas son invisibles y se absorben rápidamente, mientras que las pomadas son más espesas e, incluso, pueden verse brillantes sobre la piel.
• Aplicación. En el caso de las cremas, estas se pueden aplicar en zonas más grandes, por lo que suele ser más fácil de aplicar que una pomada.

Pomada o crema: ¿Para qué se usa cada una?

Además de estos aspectos, la principal diferencia entre las cremas y las pomadas es el uso al que están destinadas. Conocer cuándo debemos utilizar una y cuándo debemos utilizar otra es primordial a la hora de lograr que su aplicación sea 100% efectiva. Y es que no se trata de que una sea mejor que la otra, simplemente, según la necesidad y, sobre todo, el tipo de piel, irá mejor una u otra. Estos son algunos de los casos:

• Si tenemos una piel grasa, debemos utilizar las cremas por su concentración de aceite.
• Para las pieles sensibles, también las cremas son la mejor opción, ya que tienen un bajo riesgo de irritación.
• Por el contrario, si tenemos que tratar afecciones en piel seca o escamosa, las pomadas son ideales.
• Las pomadas son la mejor elección también para casos de exposición a tratamientos agresivos para la piel como las radioterapias.

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