PERDERÁS MUCHO PESO SIN SUFRIR
¿Pensando en ponerte a dieta? Te presentamos la de las 8 horas
Si se pudiese medir en sentimiento de culpa tú, hoy, harías estallar en culpómetro. Todos esos mazapanes, las copas de cava hasta el amanecer, turrones, salsas... Todo eso que ayer te comiste sin hambre bajo el lema "ancha es Castilla" hoy llena tus ojos de lágrimas cuando compruebas que no puedes abrocharte el pantalón, ese que no te pusiste en todas las fiestas porque sospechabas lo que iba a ocurrir. No te preocupes, la dieta de las 8 horas te ayudará a volver a tu ser. Fácil, milagrosa y, por supuesto, nada recomendable.
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Vaya por delante que las dietas milagro no son lo más recomendable como modo de vida, que lo interesante es aprender a comer bien, de forma saludable y equilibrada, de manera que nunca más tengamos que volver a ponernos a dieta. Pero hay veces que el asunto se nos va de las manos y no tenemos más remedio (o así lo creemos) que recurrir a una dieta milagro para solucionar todo el mal hecho hasta la fecha. Una de las menos salvajes en lo que a dietas milagro se refiere es la de las 8 horas, que consiste simplemente en comer durante 8 horas (sin privarnos pero tratando de evitar los alimentos excesivamente calóricos), y ayunar las 16 restantes.
Los responsables de esta dieta son David Zinczenko y Peter Moore, que la defienden a capa y espada: aseguran que durante las 16 horas de ayuno quemas las grasas que consumiste durante las 8 horas en que comías, y que es una dieta muy fácil de adaptar a la vida y necesidades de cada persona. Así, cada cual puede escoger el intervalo de tiempo deseado, que se adapte mejor a sus horarios de trabajo y a sus biorritmos.
David Zinczenko es editor de la revista Men’s health magazine y coautor de libros como: Eat this no that, Cook this no that, The ABS diet. por su parte, Peter Moore es también coeditor de dicha revista. Ambos justifican su dieta aduciendo a un estudio publicado en la revista Cell Metabolism, elaborado con ratones. El estudio se basaba en 2 grupos de roedores que consumieron la misma cantidad de calorías y que concluyó que los que las ingirieron en un período de 8 horas engordaron menos que los otros. Al parecer, afirman, de esta forma el cuerpo elimina antes la grasa.
La idea es distanciar la última comida del día (que conviene que se efectúe no más tarde de las 18 h) del desayuno, aunque está permitido tomar líquidos durante las horas llamadas de ayuno. Agua, infusiones o cafés son bienvenidos, aunque están terminantemente prohibidos los refrescos carbonatados y cualquier bebida alcohólica. Es recomendable beber mucha agua a lo largo de todo el día.
Pese a que la dieta no establece cuáles deben ser los alimentos que se ingieran, sí que recomiendan apostar por frutas y verduras y reducir el consumo de grasas. De hecho, sus autores sugieren una serie de superalimentos cuyo consumo va a hacer que adelgacemos más rápido, sobre todo proteínas, lácteos, semillas y granos. Pese a que la pérdida de peso depende en gran medida del metabolismo de cada persona, de los kilos que le sobren, de sus hábitos anteriores y, al fin, de la cantidad de calorías que ingiera en las 8 horas en que puede comer, al parecer garantiza pérdidas de peso de hasta 4 kg en una semana.
Para que la dieta no sea difícil de llevar sus responsables recomiendan empezar a hacerla progresivamente. Primero durante tres días seguidos y más tarde alargarla durante una semana, una vez el cuerpo se haya habituado al ayuno. Además, recomiendan también tomar un vaso grande de agua en ayunas y salir a correr o caminar un rato, de manera que se despierte el metabolismo.
Insistimos en que la dieta de las 8 horas debe ser un ejercicio puntual del que no podemos echar mano siempre que nos pasemos con la comida: numerosos nutricionistas han alertado de que esta dieta puede causar problemas en el hígado, que debe hacer durante 8 horas el mismo trabajo que estaba acostumbrado a realizar durante todo el día.
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