El sindicato de médicos Amyts, convocante de la huelga indefinida en la Atención Primaria iniciada este miércoles en la Comunidad de Madrid, ha anunciado que ha quedo aplazada la convocatoria hasta tener "un nuevo gobierno con el que negociar".
El secretario general de Amyts, Julián Ezquerra, lo ha anunciado tras conocerse la ruptura del Gobierno de coalición de PP y Ciudadanos y ante "la incertidumbre" sobre si habrá elecciones anticipadas en la región o si prosperarán las mociones de censura presentadas.
Tras calificar el primer día de huelga como "un auténtico éxito, con un 90 por ciento de seguimiento" por los médicos de familia y pediatras de la región, el secretario general ha agradecido a los médicos "su implicación en esta huelga por la dignidad de la profesión y por la mejora de la calidad asistencial".
Los motivos de la huelga
El sindicato explicaba un comunicado que convocaban la huelga para denunciar que "solo 29 médicos de familia han sido contratados por la Consejería de Sanidad en un año de pandemia", haciendo referencia al período comprendido entre octubre de 2019 y diciembre de 2020, y añade que si se centra el análisis en el sector de pediatras "es negativo con tres puestos menos".
En total, hay "más de 650 plazas de médicos de familia sin suplencia en la Atención Primaria madrileña. En más de 130 centros de salud no se sustituye ni la mitad de las ausencias de los médicos de familia", asegura en base a "los datos oficiales y los recogidos por Amyts". La situación es "más flagrante en Pediatría: faltan más de 250 especialistas y solo se sustituyen 100. Esto supone que la Comunidad de Madrid, debido a las condiciones que ofrece a sus profesionales, solo consigue cubrir el 40% de los puestos que dejan nuestros pediatras, agotados del abandono institucional de los últimos años", añade el comunicado.
También analiza datos sobre los odontólogos de Atención Primaria: "en más de 84 centros de salud tampoco se cubren ni el 50% de las ausencias de estos profesionales". Ante este "grave escenario de falta de médicos", el Gobierno regional argumenta "un problema nacional y prácticamente inevitable",algo que según Amyts "no es del todo cierto" y defiende que "el pasado verano la Administración tuvo oportunidad de fidelizar a los nuevos médicos de Familia y pediatras que terminaban la residencia en mayo. No lo hizo".
