La historia de Maya Moore, exjugadora de la WNBA, y Jonathan Irons es propia de película. Y es que la exjugadora de baloncesto conoció a Irons durante una visita a la prisión en la que estaba encarcelado el joven tras haber sido sentenciado a 50 años de prisión por un crimen.
Moore decidió retirarse en 2019 para lograr la liberación de Irons. Estando en la cima, Maya lo dejó todo para luchar por la libertad de un hombre inocente.
La exjugadora de la WNBA decidió contratar a un equipo de abogados para que trabajaran en su caso. La única prueba física del delito era una huella que no pertenecía a Irons y un juez anuló la condena de 50 años por creer que el caso era "muy débil".
De forma posterior, el fiscal decidía no pedir una repetición del juicio e Irons quedaba en libertad.
"Quería casarme con ella, pero al mismo tiempo protegerla porque tener una relación con un hombre encarcelado es extremadamente difícil y doloroso. No quería que se sintiera atrapada y quería que tuviera la opción en cualquier momento de buscar a alguien más. Que viviera su vida, porque esto era difícil", explicó Irons.
