Velvet también es lencería, así la lucen sus protagonistas

Publicidad

Mateo, en las redes de Clara

Clara juega con Mateo, la joven sabe que Mateo está colado por ella.

Ana y Alberto, en la intimidad de París

La pareja vive su amor clandestino en el Ritz de París

Patricia y Enrique, puro fuego

La relación entre ambos es un tira y afloja. Se aman y odian a partes iguales. Patricia es una chica de clase alta que cuida su físico y su interior, la lencería que luce es objeto de la pasión que desata en Enrique.

Cristina se prueba la lencería de su noche de bodas

Ana es la encargada de ayudar a Cristina en todo lo que respecta a su boda con Alberto. La futura esposa del director de las galerías disfruta probándose la lencería que estrenará en su noche de bodas ante la mirada hundida de Ana.

Clara, una sexy cocinera para sorprender a Mateo

Clara sabe lucir la lencería como nadie, con su contoneo de caderas deja ensimismado a Mateo. Cuando por fín, logra conocer el piso de soltero de su novio intenta aprovecharlo al máximo teniendo momentos de lo más íntimos y sorprendentes.

Rita se propone sacar su lado más sexy

La hermana de Clara tiene una cita y quiere lucir lencería fina por lo que pueda pasar. Rita nunca se ha visto igual y ensaya posturas delante del espejo...

Ana luce lencería en su noche de pasión con Alberto en el Ritz de París

¡Por fín París!, el sueño de Ana y Alberto se ha hecho realidad. Ambos disfrutan de momentos en la intimidad en los que derrochan pasión.

Apasionado encuentro clandestino de doña Blanca y Max

Por fín, Blanca toma las riendas de su atracción con Max.

Patricia, entre pasión y joyas

Patricia es la niña mimada y caprichosa de las galerías. No duda en usar sus encantos para engatusar a todo el que quiera. Siempre lleva lencería fina por si se le presenta alguna ocasión imprevista de lucirla...

Ana y Alberto, explosión de amor clandestino en el despacho

Ana es una simple costurera enamorada del director de las galerías. Es una chica de clase baja, algo que se aprecia en su lencería. Aún así, la luce como nadie y Alberto se derrite...

Publicidad