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GRAN HOTEL | AVANCE 'EL JUEGO DE LAS APARIENCIAS'

"Si me dejara llevar por las apariencias daría por hecho que usted y Julio son amantes"

Los descubrimientos de Julio y Alicia han puesto a Ángela, la gobernanta, en el punto de mira. Los secretos que durante tantos años ocultaron ella y D. Carlos Alarcón pueden ayudar, por fin, a esclarecer la verdad sobre la muerte del padre de Alicia pero Doña Ángela no parece dispuesta a dar su brazo a torcer. La intuición o información con la que juega sus cartas puede callar a Julio y Alicia.

De camino al Hotel Julio y Alicia presionan a la Gobernanta para que declare delante de ellos o frente al cuerpo de vigilancia.

Ángela se baja del coche y le cuenta a Alicia que Ángel, su primer hijo, también es un misterio para ella. "Su padre se ocupó de él, lo quería a su modo", le dice.

Según Ángela, Ángel quiso que D. Carlos lo reconociera, que le diera su apellido y le acogiera en la casa. Cuando murió Don Carlos, Ángel supo que Andrés iba a recibir de su padre todo lo que a él le había negado.

Viendo las intenciones de Alicia, Ángela se declara inocente de la muerte de Don Carlos, Alicia apunta a su hijo mayor acogiéndose a las apariencias a lo que Ángela replica "Todos somos esclavos de las apariencias... si yo me dejara llevar por ellas pensaría que usted y ese camarero son amantes", le dice.

Todo parece indicar que las suposiciones de Ángela están bien fundadas a juzgar por la reacción de Alicia. ¿Supone esto un freno más en la investigación?, ¿se atreverá Alicia a seguir preguntando sabiendo la información que tiene Ángela?.

 

Además....

Belén ha regresado inesperadamente al Gran Hotel de manos de Gonzalo, el sobrino de D. Carlos. Transformada en una mujer de clase alta, Belén ha llegado para llevarse algo que le pertenece. Conseguirlo o no, depende del precio que esté dispuesta a pagar.

Pero sin duda, la que más tiene que perder es Sofía. La mayor de los hermanos Alarcón es la principal sospechosa del asesinato de la doncella que ha sido hallada muerta en su habitación mientras Sofía sostenía un cuchillo de oro.

Sin embargo, Alfredo no va a permitir que su mujer continúe en la cárcel por más tiempo, y tampoco Alicia, quien tratando de ayudar a su hermana, se está acercando demasiado al verdadero asesino del cuchillo de oro y eso… puede costarle muy caro.

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