"Soy inocente. Estoy secuestrada y exijo que se me atienda y que se me haga Justicia" Así de clara, rotunda y firme se expresa a Espejo Público desde una cárcel norteamericana, María José Carrascosa, la madre española que desde hace 8 años cumple condena por un supuesto secuestro parental de su hija, que la Justicia española ya determinó que no existía como tal. "Me sigen diciendo que si no entrego a mi hija, no voy a ser puesta en libertad. Yo ya tengo cumplida la condena por delitos que no cometí. Debería estar ya libre y sigo encarcelada. Quieren que esté en la cárcel hasta 2017 para que queden prescritas todas las acciones penales que tengo contra la gente que me ha hecho todo esto", confirma María José.

En cuanto a su exmarido, Peter Innes, el hombre cuya denuncia provocó el ingreso de María José en prisión, la madre española no se arredra. "Desde un principio este señor ha estado intentando acabar con nuestras vidas solo con el objetivo de acceder a mis bienes. Él y su amante accedieron a documentos privados míos y falsificar firmas, así como también fue suya la decisión de ponerme cargos sobre la custoda de la niña. Mi hija ya tiene 14 años y ha tomado una decisión".

En cuanto los supuestos problemas mentales de María José, argumentado por su exmarido, María José es clara. "Me han querido desacreditar públicamente porque no tienen ningun otro argumento en mi contra. No soy lo que me han pintado ni dibujado", afirma. El sacerdote español Antonio Álvarez atiende a María José en la cárcel de Clinton y lleva 25 años en estados unidos. "María José no está loca ni mucho menos. Sus problemas de salud son físicos y no psíquicos. Está perfectamente cuerda", ha declarado a Espejo Público.

Los padres de María José, Pepe y Maruja, que son los que tienen la custodia de la niña, han reconocido en nuestro progama que su hija no quiere asumir una culpabilidad que no existe. "Mi hija es inocente y ella no quiere reconocer un delito que no ha cometido, por eso sigue en prisión. Su ex marido no se ha interesado por su hija nada en 7 años. Solo vino una vez a verla y nunca más ha querido saber nada de ella".