María Piedad fue vista por última vez el 11 de diciembre de 2010 en una cena de Navidad con sus compañeros de trabajo. Terminada la fiesta, su ex novio Javier se ofreció llevarla a casa, pero ella jamás volvió. A los dos días, el presunto culpable de la desaparición, apareció ahorcado.

Javier tuvo varias tentativas de suicidio, una en el trabajo y otro cuando sufrió un accidente en la M-50. El taxista que le recogió a la salida del hospital afirma que Javier comentó que su padre se iba a llevar un "buen disgusto".

Después de muchos rastreos, se encontraron rastros de sangre de la mujer. No se conoce si María estaba viva cuando sangró ni tampoco el paradero de su cuerpo. La Guardia Civil ha inspeccionado más de 300 pozos, caminos y parcelas, e incluso, se revisó el vertedero de Pinto. Su destino sigue siendo incierto.