El caso de Kim Dotcom es el más conocido a nivel mundial. Dirigió durante siete años una potente web de descargas ilegales y causó pérdidas de 500 millones de dólares a la industria del cine y la música, según las autoridades de Estados Unidos.
Su espectacular detención, cuando se resistió a los agentes en el interior de un bunker con un arma, no sólo le supuso la entrada en prisión, sino que todos sus bienes le fueron confiscados y su página web fue cerrada. Kim Dotcom recibió la libertad condicional tras desvelarse que había sido espiado por Nueva Zelanda pero ahora lucha por no ser extraditado a Estados Unidos.
Otro importante pirata informático que ha sido detenido es el fundador de una de las plataformas de descarga de archivos más importantes del momento. El sueco Svartolm Warg fue condenado en 2009 por un delito de derechos de autor. Al salir de la cárcel, volvió a ser acusado de atacar a una empresa que alojaba varios registros policiales.
Hace solo un mes, un juez lo mandó a prisión de manera preventiva por piratería informática. La web que fundó ahora se ve obligada a cambiar continuamente de dominio debido a las leyes de todos los países por los que pasa.
En España la policía persigue decenas de estos delitos. Sólo en el año 2012 se detuvieron a 270 personas por atentar contra la propiedad intelectual.