Es una evidencia, y así lo reflejan las estadísticas. Los jóvenes más preparados tienen dificultades a la hora de encontrar trabajo. Muchas empresas encuentran costoso contratar a personas sin experiencia en el mercado laboral y los pocos jóvenes que lo consiguen, se ven obligados a hacer frente a los obstáculos que las propias empresas les imponen para crecer profesionalmente.
España es el segundo país europeo con más becarios, y el primero entre todos los estados donde los becarios están peor pagados. De este modo, España lidera una situación en la que los jóvenes con estudios finalizados trabajan en prácticas y con unos ingresos insuficientes para cubrir el coste de las necesidades básicas.
La encuesta publicada por la OCDE reconoce que el sistema de prácticas "facilita" la entrada de los universitarios al mundo laboral, pero sólo el 33% de los 12.000 universitarios encuestados de 15 a 29 años revelaba que antes de conseguir su primer puesto de trabajo había sido becario en la misma empresa. El otro 66% de jóvenes se quedó igual que estaba, finalizó sus prácticas y no recibió ninguna oferta de trabajo.
La OCDE advierte en este informe de que países como España e Italia deberían revisar sus políticas de empleo en materia de jóvenes, pues la figura de los becarios puede aportar beneficios tanto a jóvenes como a empresarios, pero pone de manifiesto el "riesgo" existente si se abusa de este modelo.
Y en España se abusa. Un 67% de los jóvenes son becarios titulados, y hasta el 11% repite hasta tres veces la experiencia de hacer prácticas con unos ingresos ínfimos. A siete de cada diez becarios no les da para vivir con el dinero que reciben, sin contar con aquellos que no obtienen una remuneración económica por su trabajo. Según el informe de la OCDE, sólo el 42% de los becarios recibe alguna compensación por sus prácticas.
