Gonzalo confiesa que sus inquietudes tienen que ver con los Castro - Montenegro. Consigue que Don Anselmo termine contándole lo que sabe sobre lo que le sucedió a Pepa.
La chimenea de la confitería se atasca, Gonzalo y Fernando ayudan a Candela a arreglarlo. Pero por mucho que intenta disimularlo, María sólo tiene ojos para Gonzalo.
Olmo lo prepara todo para entregar el cuadro a Soledad. Soledad rechaza el cuadro y a Olmo de forma brutal. Quiere que le sirva de escarmiento y lo consigue.
Emilia presiona a su padre hasta que éste le confiesa lo que pretende con Francisca Montenegro. Emilia teme que Raimundo sufra.