Aurora reconoce que quiere volver a Puente Viejo. Se despide de la señora Hilaria y de Lucas, que conservará sus amistades para siempre. Lucas le asegura que está orgulloso de lo que ha hecho, lo que tranquiliza un poco más a Aurora. Por otro lado, nadie sabe en Puente Viejo que Aurora va a regresar.
Los quincalleros han robado: lo único que se han llevado han sido las dos monedas de plata de Inés. Mauricio empieza a sospechar del robo y elabora su propia teoría.
Conrado va en busca de una candidata enfermera para el dispensario, pero no le gusta ninguna. Candela le hace ver que lo que él busca es a Aurora.
Pedro confiesa la verdad: nunca hubo reliquias en Puente Viejo, fue todo una cortina de humo. Dolores, en su afán por ocultar la verdad, consigue el efecto contrario: se delata. Pero Pedro niega rotundamente que le hayan engañado, al contrario, ha hecho un servicio a la Patria.
María le ha puesto al modisto exigencias inaceptables. Contra todo pronóstico, Rigo ha aceptado: vendrá a Puente Viejo a fotografiar a María.