Alberto ha muerto. Celebrarán su funeral con cierto cariño, al menos en el último momento intentó redimirse. Ahora Pepa ya es del todo libre para marchar con Tristán. Francisca amenaza a Tristán con desheredarle si sigue adelante con los planes de matrimonio con la partera.
Pedro apenas le dirige la palabra a Hipólito, ve en él no sólo la competencia sino la traición. Pedro echa a su hijo de casa.
Juan quiere pensar que puede recuperar a Soledad, le da una nota a su hermana para que interceda por él. Soledad no abre la carta, no le quiere dar ni media oportunidad.
Tristán quiere ayudar a Sebastián, pero todas las pruebas están en su contra... no está en su mano. Sebastián cree saber dónde pueden estar los explosivos, manda a los Castañeda al lugar para que se deshagan de ellos. Gerardo y Virtudes se encontrarán a los Castañeda a punto de hacer volar los explosivos y él querrá impedirlo a toda costa. Los explosivos se detonan con la pareja demasiado cerca matándoles en el instante.