Camila y Beatriz, desobedeciendo a Hernando, van al pueblo donde son agasajadas allá por donde pasan: la gente está feliz de verlas y Camila empieza a pensar que su marido es mucho más cerrado de lo que había pensado.
Matías lee los libros que Raimundo le ha dado, recibiendo el alabo de Rafaela, quien muestra una ideología cercana a la de Raimundo. Por otra parte, a Rosario no le gusta que Ramiro y Rafaela se relacionen: ¿qué oculta la nueva tabernera?
Severo se enfrenta con Hernando para que devuelva el agua a Miel Amarga, pero no consigue nada, él está en todo su derecho a cerrar los grifos que precise, y si con ello perjudica a los Santacruz, mejor.
Francisca presiona al arcipreste para amañar las bodas de la Quinta; quiere echarlas a perder cueste lo que cueste, sin ningún disimulo.