Pepa se despide de los Ulloa, que sienten lo mismo que si se marchase alguien de la familia. Pepa no parece muy ilusionada con su traslado al Jaral y Águeda nota que no es todo lo feliz que debería.
Los Castañeda ven, horrorizados, como Juan aparece con Soledad secuestrada y dispuesto a quedarse. Soledad hace perder los nervios a Juan hasta el punto de que se pone amenazadoramente violento. La familia Montenegro recibe la noticia de que Juan ha secuestrado y retiene contra su voluntad a Soledad e irán a buscarla, pero la ley le ampara, puede retener a su mujer el tiempo que quiera y éste impone su voluntad. Soledad es su esposa y se queda.
Sebastián vuelve indignado tras no presentarse Sebastián a la firma. El joven teme que los Montenegro tramen algo en su contra.
Emilia decide que no va a lamentarse de lo que pudo haber sido y no fue. Irá a esperar a Alfonso. Emilia espera la diligencia que trae a Alfonso, pero su ilusión se estrella al verlo bajar con Laura, una joven que ha conocido en el robledal.