En la taberna, Pepe y Cosme se ríen de la muerte y del más allá delante del Padre Damián. Inmediatamente después, Pepe empieza a tener síntomas de agotamiento por el exceso de trabajo debido a la ausencia de Julieta.
Carranza y El Chato se vuelven a reunir en las cuevas. Descubren que sólo pueden vivir siendo bandoleros.
Richard sigue con sus preparativos de vuelta, cuando descubre que nadie en Inglaterra sabía del secuestro se enfrenta a Olmedo. Sara se preocupa de la educación de Juanito y también conoce a Martina, que le invita a visitarla en la mansión de los Montoro. Roberto se sorprende al ver que no ha sido despedido de la finca de los Montoro.
Don Germán encarga a su hijo la gestión de la nueva planta de tabaco en la que trabajará Roberto. Martina se preocupa por la vida sentimental de Eugenia y su enamoramiento de Miguel.
El Padre Damián deja unos frascos de tónico reconstituyente en la taberna para Pepe, que cada vez está más cansado.