Jesús, cada vez más interesado en Beatriz, intenta acercar posturas con Héctor. De otro lado, se anuncia la llegada de la tía Aurora mediante un telegrama. Pablo, deprimido por la desgraciada noticia de que su padre morirá, se da a la bebida y pide a Elisa procrear un niño para cumplir con la última voluntad de su padre. Elisa lo rechaza furibunda, pues lo único que quiere de él es la nulidad matrimonial. Lucero resulta un patán como ayudante en la taberna, pero Pilar es paciente con él, embelesada con las hazañas taurinas que el matador le cuenta.