Después de hablar con su hermana, Fortunato decide asistir a la boda de Encarna que ultima los preparativos de la ceremonia.
Sor Teresa intenta convencer a María de que todo ha sido una trampa de su familia, pero ella decide no hacerse monja para alegría de todos.
Aquilino se queda con el control de Químicas Blasco hasta la mayoría de edad de Laura.