Engañando a todos y metiéndose en serios problemas económicos, Ismael sigue enganchado a la morfina.
Aquilino convence a Laura para presentar al día siguiente, en el Café Reyes, la nueva línea de cosméticos.
Miguel Ayala se hará cargo del diseño y la publicidad.
El plan de Arratia para cazar a los asesinos del Jabalí de Guadarrama se lleva a cabo con la inestimable colaboración de Fortunato.
Pelayo vuelve a casa y todos le reciben contentos.
Fortunato queda como un héroe ante todo el mundo después de su hazaña y recibe la propuesta de la escuela de adultos a la que acude para viajar a Barcelona para participar en unos Juegos Florales.