Vicente se ha propuesto demostrar su inocencia antes de ser acusado tras la conversación que mantuvo con Arturo; para ello, contrata un antenista que le haga ver a Marcelino la posibilidad de que Braulio muriera de forma accidental. En la misma línea se mueve Martín, que está decidido a inculpar a Mauro una vez se demuestre la inocencia de los Luján. Curiosamente, Mauro se pone de parte de sus tíos y comienza a ver a Arturo como su gran enemigo, dado que éste se opone a su relación con Inés.
Por otra parte, Marina se ofrece como empleada de la tienda de ultramarinos y cierra un acuerdo con Antonia; la condición es mantener la tienda tal y como ha estado siempre. Mientras, Pelayo se ve sorprendido por los sentimientos que le despierta Amparo pero, en lugar de dar rienda suelta a su pasión amorosa, opta por enfrentarse a ella. Por último, el supuesto amante de Fátima aparece muerto, con un disparo en la cabeza. Sabino, que teme convertirse en el principal sospechoso de este crimen, está dispuesto a adelantarse a la policía, pero Fátima lo impide cuando le confiesa que nunca llegó a tener una aventura con nadie.