Valeria, aunque recién casada y con éxito en el trabajo, se siente agobiada y engañada: Augusto ha cambiado, ya no se fía de Elena y tampoco de su ginecólogo. Valeria se siente muy angustiada, cuando va a hablarlo con Augusto para mejorar la convivencia, Augusto no la puede atender.
Augusto, empeñado en mantener en funcionamiento la línea de autobuses para que los franceses sigan confiando en él, obliga a Román a volver a Madrid. Lachambre cree que pone en peligro la operación y propone, con intenciones de conocer a todas las partes, una nueva reunión tripartita. Augusto no se deja sonsacar.
Los detectives siguen investigando para conocer el tendón de Aquiles de Augusto. Diego tiene prisa: ha iniciado una operación de importación que será el todo o la nada: si fracasa todo habrá terminado; no volverá a ser empresario. Quiere desenmascarar antes a Augusto.
Leonor continúa empeñada en publicar las memorias de Margot, que no son tales, sino un relato escrito por el hijo de la actriz para ganar dinero. Patricio descubre que es el padre de ese hijo. Leonor, que había iniciado negociaciones para la publicación del texto, ha de posponer la cita con el representante de la editorial