Abel, ajeno a toda la verdad, decide ayudar a Manolita tras su terrible confesión

Anabel se ha desmayado y Manolita ha entrado en pánico: está siendo buscada por la policía y no puede llevarla a un hospital, por lo que contacta con Emma para que intente curarla.

La herida es muy grave y Emma no puede hacerlo sola, por lo que le cuentan la situación a Abel, que decide operar a Anabel para salvarle la vida.

Con Anabel fuera de peligro, Abel intenta que Manolita entre en razón: si la chica no oculta nada, no tiene nada que temer y puede acudir a un hospital o llamar a una ambulancia para recuperarse. Pero Manolita le cuenta la verdad a medias: le dice que Anabel huye de la policía por temor… y porque Beltrán está detrás de su acusación.

Abel, atónito ante las palabras de Manolita, decide encubrir su rastro y fingir que no ha pasado nada.

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