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Alfonso quiere sorprender a sus hijos convirtiendo la habitación que hasta ahora la tiene para la plancha y los trastos, en un dormitorio donde puedan descansar sus dos hijos.

El cambio ha sido tan radical que hasta los pequeños no sólo descansarán sino que podrán jugar hasta al escondite con la bonita cabaña que Yolanda les ha preparado. Toda una obra maestra. ¡Habría que haber visto la cara de los enanos!

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