Cómo y cuándo ver las lágrimas de san Lorenzo, la lluvia de estrellas más esperada

Una de las citas más esperadas del verano es la lluvia de meteoros que se da entre los meses de julio y agosto, las llamadas Perseidas o lágrimas de san Lorenzo. Este fenómeno astronómico tendrá su punto álgido las noches del 11 al 13 de agosto, aunque se alargará hasta el día 24.

Entre esta noche y la del sábado, tendrás la oportunidad de mirar al cielo y admirar el rastro luminoso que dejan las estrellas fugaces, eso sí, deberás alejarte de las zonas con más contaminación lumínica para poder disfrutarlo.

Esta es la lluvia de estrellas más fácil de observar en el hemisferio norte; en un cielo oscuro se podrán ver más de 100 por hora, según indica el Instituto Geográfico Nacional (IGN). Sin embargo, cabe destacar que, este 2022, las Perseidas serán más difíciles de ver, ya que coinciden con el plenilunio (luna llena). Es por eso que hay que saber exactamente cuáles son las mejores horas para disfrutar de los meteoros ingresando a la atmósfera de la Tierra.

Cuanto más entrada la noche, más probabilidades habrá de cazar una de las lágrimas de San Lorenzo, por lo que, según indican los expertos, las 4 de la mañana es una buena hora para tumbarse mirando las partes más oscuras del cielo y esperar.

¿Perseidas o lágrimas de san Lorenzo?

Las Perseidas deben su nombre a la constelación de Perseo, lugar desde donde se cree que proviene el cometa Swift-Tuttle, cuya cola deja como residuos los meteoros que vemos atravesando el cielo.

Esta constelación lleva el nombre del un semidiós griego, hijo de Zeus y una mortal, Dánae. Este fue engendrado cuando Dánae estaba encerrada en una torre y el rey de los dioses tuvo que disfrazarse de lluvia de oro para poder visitarla.

Perseo fue un héroe que derrotó a Atlas y a Medusa y que se ganó el favor de la diosa Atenea, quien le recompensó por sus gestas y le convirtió en constelación al final de su vida, igual que a su esposa, Andromeda.

Con todo, en los países de tradición católica este fenómeno astrológico tiene otra leyenda. En España se llaman lágrimas de san Lorenzo porque los días en los que es más fácil ver las estrellas fugaces siempre caen alrededor del 10 de agosto, festividad que recuerda el martirio de ese santo.

Según cuenta la tradición cristiana, san Lorenzo fue quemado en una parrilla y sus lágrimas son las que atraviesan el cielo en forma de estrella fugaz año tras año.

Pedir un deseo

Para la humanidad el cielo siempre ha sido un lugar mágico y por eso hay muchas personas que confían en que, si piden un deseo al ver una estrella fugaz, este se acabará cumpliendo.

Quienes creen en la mitología griega, ven en el cielo estrellado el reino de los dioses, por lo que la lluvia de estrellas se percibe como una forma de interactuar con ellos. Como afirmó un astrónomo llamado Claudio Ptolomeo, las lluvias de estrellas son momentos en los que se abre su mundo para nosotros, los mortales.

Además, volviendo a la tradición cristiana, fue una estrella la que guio a los tres Reyes Magos hasta el niño Jesús, por lo que se cree que el rastro de una estrella lleva prosperidad.

Creas o no en estas historias, lo que está claro es que cazar con la mirada un meteoro cruzando el cielo no es tan fácil y el momento en el que lo consigues puede resultar mágico, por eso nunca está de más pedir un deseo y, si se cumple, agradecerlo a las estrellas, a Perseo o a san Lorenzo.

El cambio que necesita tu cuerpo: Crononutrición, la clave para comer en el momento perfecto