DESPÍDETE DE LA HUMEDAD

Cómo acabar con el moho en casa

La humedad se acumula y provoca la aparición de moho en el marco de las ventanas o en las juntas de la mampara de la ducha, por ejemplo. Pero no es el único lugar en que estas horribles manchas pueden aparecer. Te explicamos cómo acabar con el moho en cualquier rincón de tu casa.

Limpieza de moho

Limpieza de mohoiStock

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El moho es un huésped no deseado que aparece en tu casa sin que lo invites y que, hasta ahora, costaba mucho tiempo y esfuerzo que se fuera. No solo es un problema estético -porque a nadie le gusta ver esas manchas verdes y negras en los rincones de su casa- sino que puede suponer riesgos para la salud y, además, problemas estructurales en la vivienda.

El moho puede aparecer en cualquier rincón del hogar debido a las filtraciones de agua, condensación de vapor, fugas de tuberías y falta de ventilación. Sin embargo, hay lugares propensos a su aparición.

Estos pueden ser habitaciones como los baños y las cocinas, debido a la alta humedad ocasionada por la acumulación de vapor. Suelen ser espacios húmedos, mal ventilados y, a menudo, oscuros. Un conjunto de características que proporcionan un ambiente ideal para el crecimiento del moho.

En este artículo te damos varias soluciones para que acabes con el moho en tus objetos y en las estancias de tu casa. Te damos trucos, no solo para que lo erradiques de una vez por todas, sino para que consigas que nunca aparezca.

Controlar la humedad

El primer paso para combatir el moho es reducir la humedad en el hogar. Utilizar deshumidificadores en áreas propensas -como pueden ser sótanos, buhardillas o galerías-, reparar fugas de agua que provocan filtraciones y ventilar adecuadamente todos los espacios, son medidas efectivas para mantener a raya la humedad en una casa.

Limpiar y secar

La limpieza regular es clave, es una de las herramientas más sencillas para prevenir la aparición de moho. Puedes utilizar productos específicos para el moho -que encontrarás en el lineal de cualquier supermercado- o bien alguna fórmula casera antifúngica -como una mezcla de aceite esencial de árbol de té, jabón de platos y agua oxigenada-. Una vez aplicado el producto es necesario enjuagar bien y secar completamente para evitar que se desarrolle el moho.

Para los tejidos que ya tienen moho, como prendas de ropa que se pasan toda una temporada en un armario con humedad- lo mejor es verter un poco de amoniaco en una bayeta de microfibra y frotar hasta que se vaya.

Mejorar la ventilación

Asegurarse de una adecuada circulación de aire es esencial. Si las estancias de casa no disponen de grandes ventanas o bien son interiores y no corre demasiado el aire, puedes instalar ventiladores y asegurarte de utilizar extractores en el baño y en la cocina, dado que estos aparatos ayudan a absorber el vapor, reducir la humedad y eliminar las condiciones propicias para el moho.

Reparar filtraciones

Identificar y reparar rápidamente cualquier filtración de agua es crucial. Las manchas de humedad en techos y paredes son señales de posibles problemas que deben abordarse de inmediato, ya no solo por un tema estético, sino porque pueden poner en peligro la estructura de la casa.

Usar selladores

Aplicar productos diseñados para sellar las juntas de los azulejos, las grietas de las paredes u otras áreas especialmente vulnerables, puede prevenir la infiltración de agua y, por ende, el crecimiento del moho.

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