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Operación septiembre: cuatro alimentos que deberías incorporar a tu dieta
Decir adiós a ese michelín cervecerete, aprender inglés, ir más al cine, buscar novio, hacerte una colección de fascículos y, claro, comer mejor. ¿Quién no se ha propuesto alguna vez esto último a la vuelta de las vacaciones, con el subidón de adrenalina anual que supone la llegada de septiembre al calendario? Para echar una mano, y sin ánimo de adoctrinar, proponemos cinco alimentos que sería interesante que incorporases, en la medida de lo posible, a tu dieta.
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Probablemente los has probado alguna vez, pero les giras descaradamente la cara cuando te los encuentras frente a frente en el súper. Pues debes tener en cuenta que tienen cualidades nutricionales muy interesantes, son saludables, ricos, y, si aprendemos cuatro trucos para cocinarlos, tan deliciosos como una pizza cuatro quesos (bueno, vale, igual no tanto. Pero casi).
TOFU
Hemos dicho muchas veces que esta especie de “queso de soja” es un portento nutricional que ha sabido convertir como ningún otro sus debilidades en fortalezas. Su discreto sabor (para muchos el tofu es directamente insípido) le proporciona una versatilidad que permite hacer de todo con él: podemos tomarlo en ensaladas, hacer guisos de todo tipo, saltearlo con verduras y acompañarlo de algún cereal, en brochetas (¿has probado a cortarlo en cubos, enrollarlo con finas tiras de calabacín y montar una brocheta?), o en croquetas, por ejemplo. Es una fuente de proteína vegetal de gran calidad que nos permitirá reducir nuestro consumo, a menudo exagerado, de carnes rojas, que como máximo debemos comer una vez a la semana.
SÉSAMO
Es una fuente de calcio inigualable, superior a la leche entera, y contiene, además, minerales y aceites insaturados. Su incorporación a nuestra dieta no puede ser más fácil, porque las semillas de sésamo son ideales para rebozar, por ejemplo (con el atún hacen una magnífica pareja), pueden comerse en barritas o, lo que es más fácil, se pueden añadir a las ensaladas.
LA ESPELTA
La polémica del trigo ha llegado. Son muchos los nutricionistas y expertos en medicinas alternativas que recomiendan moderar la ingesta de trigo, pues su hibridación y manipulación durante cientos de miles de años ha provocado un descenso considerable de las cualidades nutritivas y organolépticas de un cereal que ha sido durante siglos un básico de la mayoría de hogares. Este deterioro ha provocado que en la actualidad el trigo aporte pocos nutrientes, sea difícil de digerir, acidifique la sangre y sea una fuente de alergias, por lo que han empezado a ponerse de moda harinas alternativas al trigo. Uno de ellos es la espelta, un cereal sabroso y de fácil digestión, con muchísima fibra, que favorecerá el tránsito intestinal y, sobre todo, una fuente de hierro de excepción, superior a la carne roja.
EL AGAVE
Cuando insinuamos que no está de más incorporar el sirope de este cáctus a la dieta lo que estamos diciendo en realidad es que deberíamos moderar el consumo de azúcar, especialmente refinado. No vamos a ser nosotros quienes nos hagamos eco aquí de los males de este alimento, que debemos tratar de consumir con moderación pese a que resulta imposible hacerlo dada la gran cantidad de azúcares añadidos que llevan decenas de productos de consumo habitual, desde los cereales del desayuno hasta la salsa de tomate pasando por la bollería industrial. Y nosotros optamos por el ágave, un endulzante absolutamente natural que podemos comprar en establecimientos de cocina ecológica y en herboristerías, de textura parecida a la miel y de sabor bastante discreto, que no nos hará echar de menos el azúcar. La stevia también es una buena opción para ir eliminando progresivamente al menos una parte de la gran cantidad de azúcar que consumimos.
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