La fórmula matemática gracias a la cual se pueden aprobar los exámenes para una oposición

Los exámenes tipo test han adquirido una mayor dificultad desde que se penalizan las respuestas incorrectas, dado que, en los casos donde no se hacía así, únicamente se puntuaban los aciertos y los fallos ni sumaban ni restaban.

De cara a las oposiciones, existe un gran número de dudas en torno al total de preguntas que es recomendable responder para garantizarse un aprobado, debido a que estos exámenes tipo test sí penalizan los fallos, y por lo tanto, es probable que, en algunos casos, sea más sugerible contestar a varias preguntas pero no a todas, en función de las seguridad que haya sobre la respuesta.

Es evidente que no se puede aprobar sin haber estudiado previamente, salvo casos sumamente excepcionales, pero una fórmula matemática muestra la recomendación adecuada para aquellos casos en los que no se tenga la certeza total de las 20 preguntas a responder, y que puede ser un salvavidas para quienes tengan en mente presentarse a una oposición o vayan a realizarla pronto.

Por encima de la media

El total de preguntas a realizar en un examen tipo test de oposiciones es generalmente de 20. De todas las preguntas, cada acierto supone 1 punto, dejarla en blanco no suma ni resta y dar una respuesta incorrecta implica la penalización con 0,50 puntos menos.

Por ese motivo, la recomendación no es otra que contestar por lo menos 15 preguntas y dejar, como máximo, cinco en blanco. Contestar únicamente 10 supone mucho riesgo, puesto que, al dejar la mitad del examen en blanco, deberíamos acertar todas las respuestas dadas, de igual manera que sucede si se responden 11, 12, 13 o 14 preguntas.

El tope mínimo recomendado es de 15 preguntas, aunque es más frecuente responder entre 16 y 19, y todas (las 20 en total) si se tiene mucha seguridad en que el aprobado está garantizado, para que las posibilidades de obtener un puesto sean mayores.

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