Desalojados dos edificios de Palma por peligro de derrumbe

El Ayuntamiento de Palma ha desalojado 2 edificios de s’Escorxador por peligro de derrumbe y ha ordenado que se apuntalen en un plazo máximo de 7 días para garantizar la seguridad estructural. Las viviendas afectadas se encuentran en la calle Andreu Feliu, 35, y en la calle Pare Francesc Molina, 24, cerca de la plaza Santa Pagesa.

Los técnicos municipales del Servicio de Protección de la Edificación han revisado el estado de las edificaciones de ambas calles y han certificado que la primera es la que se encuentra en peor estado. Asimismo, en un plazo de 3 meses tendrá que presentarse un informe técnico donde se revise la seguridad estructural de ambos bloques.

La estructura tiene grietas

El desalojo de los inmueblesse ha producido después de una inspección por parte de los técnicos municipales en los locales de la planta baja de los edificios, donde han podido confirmar el mal estado de la estructura de hormigón.

De forma inmediata se ha procedido a precintar el edificio. Una medida que ha afectado a 35 viviendas, 19 en el edificio de la calle Andreu Feliu y 16 en Pare Francesc Molina y, también, a las actividades que se llevan a cabo en los locales de la planta baja.

La estructura de ambos domicilios, unidos por la planta baja, tiene grietas en elementos principales, por lo que las autoridades han prohibido el acceso y hasta que no se disponga de un estudio no se decidirá si los vecinos pueden regresar a sus pisos.

12 familias atendidas

Efectivos de la Policía Local, del Cuerpo de Bomberos y trabajadores sociales han colaborado en el desalojo y también han asistido a los vecinos afectados. Además, el área de Bienestar Social del Ayuntamiento de Palma ha puesto en marcha alternativas de alojamiento para aquellas familias que lo necesiten.

En concreto se han atendido a 12 familias; 6 unidades familiares del edificio de Andreu Feliu y otras 6 del bloque Pare Francesc Molina. En este caso, 2 adultos han sido derivados al centro de acogida temporal (CRAT). El resto de vecinos afectados se han desplazado a segundas residencias o a casas de familiares.