Día Mundial del Alzheimer

¿Cómo se produce el Alzheimer? Causas y síntomas de esta enfermedad

Hoy, 21 de septiembre, se celebra el Día Mundial del Alzheimer, una fecha que busca concienciar sobre la importancia de una enfermedad que afecta a miles de personas en el mundo. ¿Ya conoces los síntomas y causas? Aquí te los contamos.

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Este 21 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Alzheimer, una enfermedad mental que no tiene cura y que llega a afectar a un 4% de la población española de entre 75 y 79 años de edad.

De acuerdo con especialistas, el alzheimer es una enfermedad degenerativa que daña directamente a las células nerviosas del cerebro provocando dificultades en el lenguaje, pérdidas de memoria y del sentido de la orientación.

Durante el proceso de aparición de la enfermedad, las neuronas se dañan y pierden conexiones entre sí llegando a morirse. En la mayoría de los casos, es consecuencia de una combinación de factores genéticos, ambientales y de un mal estilo de vida.

¿Cuáles son las causas más comunes?

Las causas exactas de la enfermedad del Alzheimer no se comprenden en su totalidad. Sin embargo, los científicos tienen claro que el factor de riesgo más importante es la edad. Existen dos tipos de alzheimer:

  • Alzheimer de inicio tardío: los signos empiezan a aparecer por primera vez cuando la persona tiene cerca de 65 años debido al deterioro de su tejido cerebral. Se trata del tipo más común.
  • Alzheimer de inicio temprano: aunque se trata de un tipo muy poco frecuente, los signos aparecen por primera vez cuando la persona tiene entre 30 y 60 años de edad.

Y aunque el desarrollo de la enfermedad comienza años antes de que aparezcan los primeros síntomas, el daño siempre empieza a aparecer en el mismo lugar: la zona del cerebro que controla la memoria. A medida que el padecimiento avanza, se van perdiendo cada vez más neuronas y extendiéndose a otras regiones del cerebro, afectando a gran parte del tejido cerebral.

La edad, antecedentes familiares o genética, sufrir síndrome de Down, el consumo excesivo de alcohol o un incorrecto estilo de vida, son algunas de las causas por las que se han registrado casos de Alzheimer.

¿Cómo se detectan los síntomas?

La pérdida de memoria es el síntoma clave del alzheimer. Los primeros síntomas se reflejan en la dificultad para recordar eventos o conversaciones recientes empeorando a medida que va avanzando el padecimiento.

Al principio, es posible que alguien con la enfermedad reconozca que tiene problemas para recordar las cosas. Sin embargo, a medida que los síntomas empeoran, hay más posibilidad de que un amigo o familiar note los problemas.

Las personas con enfermedad de Alzheimer podrían pasar por las siguientes situaciones:

  • Repetir información y preguntar una y otra vez.
  • Olvidar conversaciones, citas médicas o eventos.
  • Perderse en lugares que solían conocer bien.
  • Con el tiempo, olvidar nombres de familiares.
  • No poder tomar decisiones o realizar actividades familiares.
  • Cambios en la personalidad o conductas como depresión, aislamiento social, desconfianza, ira o agresividad, desorientación o delirios.

¿Existe un tratamiento definitivo?

Aunque no existe un tratamiento definitivo para eliminar la aparición del alzheimer, los medicamentos y tomar acciones saludables son algunas de las formas por las que se puede optar para ayudar a que las afectaciones del alzheimer sean más lentas.

Medicamentos:

  • Inhibidores de la colinesterasa: su función es aumentar los niveles de comunicación entre células mejorando los síntomas relacionados con el comportamiento. Su ingesta es de forma oral o a través de un parche en la piel. Entre los efectos secundarios de estos medicamentos se encuentran las náuseas, pérdida del apetito y alteraciones del sueño.
  • Memantina: este medicamento funciona en otra red de comunicación de neuronas cerebrales y retrasa la progresión de los síntomas en la enfermedad. Los mareos y desorientación son algunos de los efectos secundarios que puede llegar a sufrir en paciente.

Ejercicio:hacer ejercicio de forma regular es una parte importante del tratamiento. Actividades como una caminata diaria pueden mejorar el estado de ánimo y mantener la salud de las articulaciones, los músculos y el corazón.

Eventos sociales: las actividades sociales pueden apoyar en el bienestar general. Hacer cosas que sean significativas y que se disfruten ayudan a fortalecer las habilidades y destrezas del paciente.

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