José Ángel Abad, tras la matanza en Texas: "Aquí, un chico de 18 años no puede tomarse una cerveza pero sí puede armarse hasta los dientes"

Estados Unidos amanece hoy de luto tras el tiroteo de este martes en una escuela de Texas, que ha dejado 21 muertos:19 niños y dos profesores.

El presidente de EEUU,Joe Biden, compareció horas después de conocer la matanza y muy afectado, cargó contra el "lobby" de las armas. "Como nación, nos tenemos que preguntar cuándo vamos a enfrentarnos a los grupos de presión a favor de las armas", dijo.

Lo cierto es que comprar en Estados Unidos un rifle AR15, que es uno de los que usó el asesino de la escuela de Texas es más barato que adquirir un Iphone. En este sentido, José Ángel Abad, corresponsal de Antena 3 Noticia en Estados Unidos, explicaba que "cualquier muchacho, como en este caso, de 18 años, no puede tomarse por ejemplo una cerveza, pero sí puede armarse hasta los dientes".

Las dificultades para cambiar las leyes sobre las armas en EEUU

Según explica José Ángel Abad, para poner limitaciones haría falta, no solamente una mayoría simple sino una mayoría cualificada con 60 de los 100 senadores. Sin embargo, ahora ese capital político no existe.

Hace casi diez años, un individuo mató a 20 niños y 6 adultos en el colegio Sandy Hook. Entonces, un emocionado presidente Barack Obama afirmó en presencia de Joe Biden, ahora presidente de Estados Unidos, una limitación del uso de armas que el Senado bloqueó. La mirada se dirige entonces al lobby de la Asociación Nacional del Rifle que, amparados por la Constitución, protege un negocio colosal en un país donde hay más armas que móviles.

Además el estado de Texas, que es donde se ha producido esta matanza, se ha convertido en una especie deparaíso para los amantes de las armas. Aquí, cualquier persona mayor de 21 años tiene derecho a portar un arma de fuego "en público" sin necesidad de realizar un curso de seguridad ni de que se revisen sus antecedentes penales

En 2020, el lobby pro-armas gastó 20 millones de dólares en apoyar campañas electorales y Donald Trump no faltaba a sus convenciones anuales. Además, millones de estadounidenses defienden su derecho a ir armados. De hecho, solo el 52% de la población cree que habría que endurecer las leyes sobre posesión de armas de fuego.

Mientras el negocio prospera, profesores y alumnos reciben entrenamientos para reaccionar ante un tiroteo. "Nos tenemos que poner contra la pared y apagar las luces, simulando que no hay nadie", explica Ana Muñoz, profesora de instituto en Washington.

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