¿Cómo afecta los estudiantes de Erasmus españoles la segunda ola de coronavirus en Europa?

La tasa de contagios por coronavirus en esta segunda ola no deja de crecer en países de toda Europa. La mayoría de los gobiernos europeos están adoptandorestricciones de movilidad y eso afecta también a los estudiantes españoles, más de 60.000, que han decidido este año y a pesar de la pandemia aprovechar su beca Erasmus para estudiar fuera de nuestro país.

Hemos hablado con Marta que está estudiando en Amsterdam, en Holanda. Nada más recibirnos a la puerta de la Universidad ya vemos que es obligatoria la distancia de metro y medido aconsejada por las autoridades sanitarias en toda Europa.

Países Bajos, con más 8.200 positivos en las últimas horas, ha decidido imponer un confinamiento parcial y los estudiantes tienen que seguir las normas: "Todo el suelo de la universidad está marcado con flechas" cuenta Marta.

Erasmus 'descafeinado'

Este año toca un Erasmus de 'movilidad combinada' es decir que muchos estudiantes que han viajado fuera de España no podrán asistir a clases presenciales. Es el caso de Laura y Alejandra que han viajado a Budapest, en Hungría: "Las clases son todas online " y todo debido al aumento de casos de coronavirus.

El país ha registrado 38 muertos con Covid-19 en las últimas 24 horas. Allí, en Hungría, las medidas contra la pandemia son más flexibles que en España: " la mascarilla por la calle no es obligatoria" nos cuentan, ni tampoco " a la hora de salir de fiesta".

Más del 40% han decidido dejar Erasmus para más adelante

Aunque son más de 10.000 estudiantes los que estudian Erasmus este año, alrededor de un 40% han decidido posponer esa movilidad, afirma Coral Martínez Íscar, directora de SEPIE.

Sin embargo, son muchos los que han decidido seguir adelante con la experiencia a pesar de la situación global por el coronavirus: " Sólo somos 20 alumnos en clase así que puedo ir al campus a dar clase presencial" nos cuenta Miriam desde Suecia, donde estudia desde hace 3 meses.

Este país, Suecia, tiene actualmente una tasa de 58 muertos por cada 100.000 habitantes.