La patinadora china Jessica Shuran Yu confiesa los abusos que sufrió: "Me golpeaban hasta dejarme la piel en carne viva"

Tras la confesión de varias gimnastas sobre los abusos que sufrieron durante años en el documental 'Athlete A', ahora ha sido la patinador china Jessica Shuran Yu la que ha reconocido el infieron que pasó durante sus años en la competición.

"El maltrato empezó a los 11 años. Mi entrenador me golpeaba usando las guardas, que son unas fundas de plástico que cubren las cuchillas. Cuando se enfadaba conmigo, cuando consideraba que cometía el más mínimo error, me pedía que elevara la mano. A veces me golpeaba en las piernas y los brazos sin aviso. Podía pasar en medio de un entrenamiento, delante de todo el mundo, o después, en zonas apartadas donde me gritaba y golpeaba aún más fuerte. En días especialmente malos, me golpeaban más de 10 veces seguidas hasta dejarme la piel en carne viva", relata en su cuenta de Instagram.

"Nos llamaban perezosa, estúpida, retrasada, inútil y gorda", reconoce la patinador china en 'The Guardian'.

Jessica Shuran Yu explica que la situación fue a peor antes de la clasificación para los Juegos Olímpicos de Invierno en Pyeongchang de 2018.

"Tenía problemas con los alineamientos de las cuchillas y me rompí en el vestuario debido al estrés. Mis lágrimas le molestaron. Me dijo que parara y como no lo hice, me dio una patada en el pie e hizo que se me bloqueara el talón. Estuve 15 minutos con hielo, pero cuando volví a la pista, no podía saltar. Estuve dos días de baja, justo antes de los clasificatorios", desvela la patinador china.

Abusos y también problemas de peso

Y no sólo sufrió problemas con los abusos. Jessica Shuran Yu también revela los problemas de peso que sufrió cuando tenía 14 años.

"Comencé a luchar con mis saltos porque estaba aumentando de peso. Era golpeada en la espinilla con la puntera de un patín para obligarme a intentarlo de nuevo. No me dejaban cojear o llorar. La mayoría de las veces ese abuso ocurrió frente a otros patinadores en la pista. No se lo dije a ninguno de mis amigos, adultos en la escuela o en mi federación, porque me sentía muy humillada. Era inhumano", admite Shuran Yu.

"Nunca me pusieron dietas crueles, pero me insultaba, me decía que perdiese peso y me criticaba por comer. Una vez me castigó por pedir una ensalada porque venía en un plato grande y tenía una salsa (...) Llegó un momento en el que deseaba ser anoréxica porque eso significaría que estaba esforzándome lo suficiente", confiesa la patinadora china.