Paco se gana la vida en las acequias del pueblo pescando cangrejo rojo. Su familia se dedica a lo mismo. Y También el 70% de sus vecinos. Esta especie fue introducida en nuestro ecosistema hace cuatro décadas y según la asociación ecologista, es una invasión que está acabando con la fauna y flora autóctona.

En el pueblo hay cinco fábricas que procesan este crustáceo, ofreciendo trabajos directos e indirectos tanto a sus vecinos como a los de los pueblos cercanos. No en vano esta localidad hace de España la tercera potencia mundial en comercialización de cangrejo rojo, tras China y EE.UU. Elisabeth es la responsable de una de estas factorías. Teme el día en que vea publicada la sentencia en el BOE. Por eso el pueblo se ha puesto en marcha para intentar que el Gobierno y la Junta de Andalucía redacten un decreto que les permita seguir comercializando el animal.