La prensa se hace eco del embarazo de Laura y ésta, angustiada, cancela los planes de huir con Jorge, mientras Julián, satisfecho, se muda de nuevo al hogar de los Blasco.

Arratia cuenta a Fortunato que el luchador Antón ha sido asesinado y le pide su ayuda para atrapar a los asesinos haciéndose pasar de nuevo por el “Jabalí de Guadarrama”.

Juan y Clara se han mudado a la antigua casa de Héctor en el barrio, pero Clara sigue atrapada en un matrimonio que le hace tremendamente infeliz.

Encarna descubre el reloj de Víctor con el retrato de su difunta esposa, comprendiendo al fin su obsesión por Laura Blasco.