Daniel, sin pretenderlo, se interpone entre Belén e Inocencia: las dos mujeres ya no se sientan juntas como solían a disfrutar de su momento de descanso. Inocencia quiere saber más cosas de Daniel, pero éste le cuenta lo mínimo. Carmen se ha enterado de lo del hijo de Violette, y cuando ve que Ramiro la agrede, decide que deje por un tiempo el prostíbulo. Ramiro, a falta de Violette, quiere tener a Carmen, pero eso no es tan fácil. En la iglesia ha habido un ritual satánico acompañado de un robo. Marcelino teme que le vayan a acusar y Héctor se ofrece a ayudarle y buscar a los culpables.