Aterrorizada, Pilar pedía a los periodistas que difundieran su petición de ayuda. Varios vecinos de etnia gitana acababan de darle una paliza a ella, a su marido José María y a su hijo de 23 años, José Antonio. El detonante fue una partida de cartas. El hijo de Pilar discutió con un grupo de jóvenes. Uno de ellos le pegó un puñetazo y comenzaron a perseguirle. En su huída, José Antonio apulañó a dos de sus perseguidores.

Los vecinos del barrio de Cadagua aseguran que esto no es un hecho aislado. Que viven permanentemente amenazados por esta familia gitana desde hace años. "No se puede vivir con ellos", asegura una vecina.

La pelea se saldó con dos varones de etnia gitana heridos por arma blanca y con las detenciones de José Antonio, el hijo de Pilar, y de su marido. Al día siguiente, se produjeron nuevos altercados. Los familiares de los heridos trataron de agredir nuevamente a Pilar y la amenazaron de muerte.

Mari Mar es otra vecina de este barrio que ha vencido el miedo y ha denunciado públicamente que se encuentra también amenazada por esta familia. "Mi hija está aterrorizada. Intentamos acudir al médico para que le diera la baja pero no se atrevía a salir de casa. La han despedido", se lamenta Mari Mar. "Yo no me invento palabras que no me han dicho", dice Mari Mar. "Cuando nos veamos por Cruces, ajustaremos cuentas", me han dicho textualmente.

La tensión en el barrio es palpable. La Ertzaintza está permanentemente vigilando la zona aunque les han dicho que el día de las elecciones les retirarán la vigilancia.