"Andrea y Bernardo... ¿Se habrán casado de nuevo?"

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@SUPERFALETE COMENTA EL ÚLTIMO PROGRAMA

"Andrea y Bernardo... ¿Se habrán casado de nuevo?" por @SuperFalete

Cuando Bernardo y Andrea llevan ya tanto tiempo divorciados que puede que se hayan casado de nuevo (es broma, todos sabemos que Andrea no), llega el momento de la verdad para el resto de las parejas. Por @SuperFalete

Sabrina piensa que el programa ha acertado al cien por cien al emparejarla con Jonathan, pero Jonathan tiene dudas porque la chica no termina de gustarle a su madre y la ve un poco celosa. Jonathan, que tiene cierta tendencia a hablar como Yoda, utiliza la palabra celos en singular (“Problema malo ha sido algún celo de ella”) y parece que está hablando de los maullidos de su gata. Por eso es contundente al decir que no quiere cometer ningún error. Es curioso que alguien que se casó sin haber visto o hablado con su pareja se plantee la posibilidad de cometer un error al divorciarse y no antes, pero aquí funcionan así las cosas. Al final, ninguno de los dos firma el divorcio, al menos en ese momento.

José Ramón y Alberto tienen dudas también, porque el segundo sigue firme con su idea de marcharse a Londres. Esto plantea un problema añadido: o se va José Ramón con él, con el consiguiente problema de tener que abandonarlo todo para seguirle; o se queda e intentan mantener una relación a distancia, como si fueran tuiteros. Alberto lo consulta con sus amigos y José Ramón con su madre, pero al final siguen juntos. Creo que han sido sensatos, para divorciarse siempre hay tiempo.

Por otro lado, Cristina cree que Tito no se va a divorciar porque nota que a él le gusta, aunque reconoce que le molesta que él siempre piense en el sexo. Y es que él no se lo explica: “Yo soy guapote, pisha”, dice el gaditano a la cámara. “Guapo, atractivo y carismático”, añade. Tras ocho programas en los que Tito buscaba a Cristina y esta se mostraba huidiza, ella no firma el divorcio, pero él (tras consultar con la hermana-enemiga) sí que decide divorciarse. ¿Qué lección hemos aprendido? Que no hay que dejarlo todo para el último día. El pitbull de Cádiz sigue soltero. Y tan entero como cuando entró al programa.

Sorprendentemente, Mónica piensa que su matrimonio ha sido maravilloso. Para Pedro, por el contrario, no ha sido nada positivo. ”No ha habido feeling”, dice el arquitecto. Se concentra mucho y dice que es una decisión importante y que va a pensarlo hasta el final, pero yo creo que lo tiene decidido desde que Alexia le dijo que debería haberse casado con ella. Es que Mónica no juega al pádel y eso es suficiente motivo no solo para el divorcio, también para pedir la nulidad canónica. Mónica no firma porque ella se siente jugadora de póker y quiere aguantar en la mesa hasta el final, pero Pedro es más de siete y medio y se planta.

Al final, de las cinco parejas terminan dos casadas. Gracias al método, nos dicen. Yo conozco otro método infalible: quedarte en la discoteca hasta que cierran. Pero ese es otro tema. 
¿Habrá próxima temporada? Si la hay, prefiero ser el abogado que divorcia a las parejas porque yo he venido al mundo a repartir alegrías. Cobrando, claro.

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