Andrés, hundido: ¡han denegado su nulidad matrimonial y debe seguir casado con María!

Andrés estaba contando los días para ser libre por fin y comenzar una nueva vida con Begoña y lejos de María.

De hecho, él era quien animaba a Begoña a que no perdiese la esperanza. Julia está cada vez más alejada de ella y Andrés cree que con la nulidad, María perderá el poder y control que tiene sobre la niña.

Sin embargo, todo ha cambiado para siempre de un momento a otro. ¡El tribual eclesiástico ha rechazado la nulidad!

Andrés no da crédito mientras María no puede disimular su alegría. En ese momento, Begoña baja las escaleras y escucha la conversación. ¡Se queda destrozada!

Andrés se acerca a Begoña y le asegura que, aunque no tenga la nulidad, su relación entre ambos no va a cambiar. Mientras, María disfruta de su victoria…

¿Qué pasará ahora?, ¿algún día Andrés podrá conseguir su ansiada libertad?