Candela ha enfermado y la reacción de Fernando, comprometiéndose a cuidarla como si fuera su madre, no le gusta nada; parece que el chico ha perdido definitivamente el norte. Fernando obliga a Candela a encargar víveres para aguantar aislados una temporada.
Pedro ha fracasado en su misión y Gonzalo y Aurora no tienen permiso militar para salir de Puente Viejo. Tendrán que salir del pueblo por las bravas para buscar una solución... Necesitan ayuda. Los chicos piden la ayuda de los Mirañar. Ellos serán los responsables de la maniobra de distracción representando una buena bronca en la plaza para despistar al ejército. Todo sale a pedir de boca y se los llevan a todos detenidos.
Conrado y Aníbal mientras se reúnen en la granja como habían quedado con los hermanos pero llegan antes que ellos y también son detenidos, ¿les habrán descubierto intentando huir?
Francisca sigue sintiéndose incómoda en presencia de Fulgencio. Esto no es lo que Bernarda quería. Bernarda culpa a Mauricio del cambio de actitud de Francisca. Fulgencio lo mataría, si pudiese.
Mauricio intenta aclarar cómo se ha puesto Francisca en manos de su primo. Fulgencio se interpone. Mauricio planea sacar a Fulgencio del despacho con la ayuda de Fe, pero las fuerzas le abandonan: Mauricio ha enfermado.
Aníbal confiesa que su vida ha cobrado sentido ahora que lo único que hace es ayudar a los demás.
María descubre que Rosario está enferma. La buena mujer no quiere ser un estorbo.