Morales obliga a Jairo a disculparse con Mario, que le promete que no hizo nada malo a su hermana y evita poner una denuncia contra el joven. Tobías se enfada con su hijastro por su actitud y Adela pide a Mario que continúe la relación con su hija, pues se encuentra mucho más sana desde que le conoció.

Sara se fija en una navajita que ha sido encontrada en el banco. Descubre que lleva una insignia carlista y que Mendoza y sus hombres fueron los que asaltaron el banco. Va a denunciarlo a Olmedo, pero éste la acusa de inventárselo todo para proteger a sus idolatrados bandoleros.

La posada, con las nuevas normas de Asunción, parece más un velatorio que un burdel. Pepe descubre que los clientes no entran y no han hecho nada de caja. Por la noche, el Chato sorprende a Lupe.