Pepe, como alcalde de Arazana, es invitado a una fiesta de gala en el casino de Villareja. Él quiere ir solo, pero Julieta insiste en que vaya con alguna mujer que le acompañe y piensa en la Maña, pero Pepe pide a Lupe que vaya con él.
Sara y sus bandoleros intentan descubrir la forma de liberar al niño de Miguel, pero necesitan recabar más información. Mientras, Navajas, desquiciado por los llantos del niño, está a punto de matarlo. Chato lo evita y consigue leche para que deje de llorar. Los bandidos hacen llegar un mensaje a la guardia civil, intercambiarán al niño por Miguel Romero. Al teniente no le queda otro remedio que ir solo y se prepara para morir por su hijo.