Tras el desmayo sufrido en plena ceremonia, Sofía consigue convencer a su madre y a Martos para que la boda se celebre. Por fin Adela y Martos son marido y mujer. Pero no todo va a ser felicidad pues la noche de bodas no va a resultar como se esperaba…
En la celda rusa, Tomas sigue sufriendo las torturas del misterioso Petrov.
Benigna está decidida a envenenar a Máximo, pero Pepa, en el último momento, consigue disuadirla.
La esperanza que Miguel tenía de continuar con la agencia de publicidad se desvanece. La ruina es total.