Augusto tiene cada vez más frentes abiertos: Elena necesita dinero por culpa de su adicción al juego y presiona con el asunto de la boda; Lachambre ha metido la pata y los franceses andan detrás de él; y, para gran susto, Pilar ha desaparecido (en realidad ha pasado la noche fuera debido a su enfado). Por fortuna, la chica aparecerá finalmente para hacer las paces con Valeria y su padre, y Lachambre quedará emplazado a restablecer el vínculo entre Augusto y sus pagadores.
Héctor cada vez está peor, más juerguista y atrabiliario. Ni Bonilla ni Asunción pueden hacerse ya con él, hasta el punto de que la mujer, con gran dolor de corazón y sumida en la desesperación más absoluta, deberá reconocer que quizá hubiera sido mejor que se quedara en coma para siempre.
Román se apiada de Don Patricio tras cruzarse con él y ver su precaria situación. Conseguirá que vuelva al hostal. Marina, gracias a la picardía de Dorita, contacta con el hecho de que el ex futbolista tiene un lado muy humano, más de lo que ella se pensaba. Quizá se merezca una segunda oportunidad...
Begoña estrecha el cerco sobre Diego sin que él sospeche nada...