'Sommelier' y adicto al alcohol: "El esfuerzo diario de enfrentarte a este demonio"

El protagonista de esta historia, como experto en vinos, llegó a ser el responsable de la bodega de 'El Bulli', el restaurante del prestigioso cocineroFerrán Adriá, situado en Rosas, Girona, y que cerró sus puertas en 2011.

'Confesiones de un sommelier' es el libro escrito por él, David Seijas, sumiller de profesión. Experto en vino que en su obra se declara abiertamente adicto al alcohol.

Gran pasión y peor enemigo

"Hay un momento que ya el alcohol dirige tu vida"

Desde bien joven, la forma de vida y principal afición de David se han descubierto con los años como su gran debilidad: "Mi lucha ha sido volver a conectar con esta pasión. Ser más fuerte que el alcohol, sin una mirada enferma".

Una larga caída

Uno de los problemas de esta enfermedad es que tarda en manifestarse, el proceso de 'engancharse' es progresivo, según contaba David Seijas, "No ocurre de un día para otro".

A posteriori el sumiller aseguraba que "lo vas viendo por cómo te relacionas tú con el alcohol", la necesidad de incluir bebidas alcohólicas en distintos momentos de tu vida de una forma más frecuente iría aumentando: "Lo necesitas mucho más. Cuando estás feliz, cuando estás triste, cuando ha ganado la selección, cuando pierde... Toda tu creatividad y pensamiento va a alrededor de él".

Según Seijas "esto no pasa ni en un día ni en dos" sería un periodo que puede durar meses e incluso años y no resultaría fácil ser consciente de la espiral en que se ha metido uno y que lleva al alcoholismo: "Es muy difícil darse cuenta".

El peligro del entorno

"Se relaciona porque nosotros tenemos catas, tenemos 'showrooms', tenemos cenas, tenemos importadores, prácticamente a diario "

La alta exposición que experimenta en su día a día un 'camarero de vinos' al mundo del alcohol y lo naturalizado que se tendría en esta profesión, harían del trabajo de sumiller, una de mayor riesgoy propensión a la adicción.

David confesaba que siempre trató de poner por delante la profesionalidad, pero que llegó un punto en el que en su tiempo libre no podía evitar empezar a "pensar en alcohol y empezar a beber".

La lucha, en detalle

A día de hoy David sigue ejerciendo la profesión que le apasiona. Él mismo reconocía que lo bonito del libro es poner en relieve "la lucha de poder explicar que hay luz y que la pasión puede ir encima de la adicción".

En su libro detalla el camino que ha recorrido para llegar a cabo una reconciliación, así como los mecanismos y técnicas que ha trabajado. El sumiller afirmaba que estuvo totalmente apartado del mundo del alcohol, obedeciendo los consejos de médicos,psicólogos y psiquiatras, que le pidieron que se distanciara de su trabajo y cambiara de vida.

Intentó dar ese giro a su vida "pero durante todo este tiempo sentía un vacío muy grande", relataba. Entonces también reflexionaba cómo podría deshacerse "de esa mirad enferma que decía" y volver a conectarse al alcohol de una forma sana para hacer posible volver a dedicarse a su gran pasión.

En contraposición a las recomendaciones de los profesionales sanitarios consiguió esa reconciliación, siendo consciente de los riesgos: "Es muy difícil porque es a diario. Hay una exposición muy bestia, nada recomendable".

Por último aseguraba que todo sería mental y necesitaría de una gran fortaleza: "Con el tiempo he conseguido catar y escupir. Nunca bebo".

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