8M: Día de la mujer

El bar donde solo trabajan mujeres: "En los 22 años de historia del bar, solo han trabajado dos hombres"

Desde hace 22 años, la propietaria del bar Isama, en el madrileño barrio de Peñagrande, solo tiene camareras y parece que seguirá siendo así, porque ahora buscan a una cuarta camarera.

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María José lleva toda la vida en el mundo de la hostelería. Desde hace más de 30 años tiene un bar con su marido, pero hace 22 años decidió emprender ella sola y comprar otro bar. Desde entonces, María José está al frente del bar ‘Isama’ en el madrileño barrio de Peñagrande. Y siempre rodeada de un equipo de mujeres. En los 22 años de historia del bar, solo han trabajado dos hombres.

El programa Espejo Público ha visitado el bar ‘Isama’ con motivo del día de la mujer. Nada más entrar te encuentras con la sonrisa y las buenas palabras de las tres camareras que trabajan para María José: “son mi segunda familia, aquí me siento como en casa”, nos cuenta Ivanka, que lleva 12 años trabajando como camarera.

“Aquí todas hacemos de todo”

No hay puestos específicos para las tres trabajadoras, ni para su dueña. Nos explican que todas hacen de todo: “nos ponemos donde se nos necesita. Si hay que estar en cocina, servir, limpiar… todas hacemos de todo”, nos cuenta una de las camareras.

¿Por qué solo mujeres?

Cuando le preguntamos a María José si hay un por qué a que solo haya mujeres trabajando en su bar, nos explica que no se trata de una decisión premeditada, ni una cuestión de feminismo, sino que: “son casualidades y circunstancias particulares las que me han llevado durante estos años a confiar siempre en mujeres”. Y así se refleja en un cartel que hay en la puerta del bar: “se busca camarera con experiencia”. Nos explica su dueña que pone camarera, en femenino, porque le “sale solo”, porque durante estos años pocos han sido los hombres que han ido pidiendo trabajo.

Bocadillos a 6 euros

Este bar “de mujeres”, no solo es conocido por el buen trabajo y simpatía de sus trabajadoras, también es famoso por sus bocadillos gigantes a 6 euros y por sus generosas tapas por cada consumición. “Somos felices haciendo nuestro trabajo y entre nosotras el ambiente es muy bueno. Eso se transmite a los clientes”, nos explica María José la dueña del bar.

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