La razón por la que el mejor momento para adornar la Navidad es en noviembre

Las responsabilidades diarias hacen que el tiempo vuele, por lo que perfectamente podríamos decir que las navidades están a la vuelta de la esquina. El sentimiento de ese espíritu navideño acrecienta a medida que vemos diferentes preparativos en los comercios, y es entonces cuando comienza a rondar por nuestra cabeza cuál es el mejor momento para decorar nuestra casa con elementos propios de la Navidad.

Cada año parece que la Navidad comienza un poco antes de la cuenta, y aunque existen diferentes costumbres cuando se trata de desempolvar las cajas donde están guardados los adornos, hay varias razones por las cuales noviembre es el momento más adecuado. En el vídeo de hoy te explicamos los motivos por los que si decoras tu hogar este mes, no te estás anticipando demasiado a las fiestas.

La decoración navideña tiene un efecto positivo en nuestro estado de ánimo

Tradicionalmente, los árboles de Navidad y los adornos se colocaban el primer día de Adviento, es decir, el cuarto domingo antes del día de Navidad. Sin embargo, y aunque antes se creía que distribuir la decoración antes de esta fecha era augurio de mala suerte, lo cierto es que los psicoanalistas han descubierto que puede tener un efecto positivo en el estado de ánimo de las personas.

Según el psicólogo Steve McKeown, aunque muchas personas deciden colocar los adornos navideños por razones nostálgicas, en un ritmo de vida tan acelerado donde el estrés y la ansiedad forman parte de nuestro día a día, a la gente le gusta asociarse con cosas que les hagan felices, y los adornos navideños evocan esos sentimientos.

Los psicólogos recomiendan comenzar a decorar en noviembre porque podría ser bueno para nuestra salud mental. La decoración navideña aumenta los niveles de dopamina, creando ese cambio neurológico que puede producir algo más de felicidad.

No obstante, no es el único motivo por el que sería recomendable. De acuerdo a Amy Morin, otra psicóloga, la temporada navideña también despierta sentimientos de nostalgia. Los elementos decorativos nos ayudan a reconectar con nuestro “yo” de la infancia, justo en el momento donde disfrutábamos de la Navidad como uno de los momentos más especiales del año.

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