ENTRENAMIENTO IDEAL PARA VERANO

Por qué caminar por la playa es una de las mejores actividades que puedes hacer este verano

Es posible que en las últimas semanas te hayas topado con textos donde se desaconseja caminar por la arena. Esta práctica tan habitual en verano tiene muchos más beneficios que contraindicaciones. De hecho, los motivos que los supuestos expertos utilizaban para convencernos de evitar los paseos en la playa carecen de rigor. Veamos detenidamente cómo afecta a nuestro cuerpo.

Mujer caminando por al orilla del mar

Mujer caminando por al orilla del marPexels

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Tanto en nuestro día a día como en vacaciones tenemos que tener una actividad física mínima que nos mantenga activos. De todas las posibles, caminar es la más frecuente en verano.

A partir de ese mínimo hay que intentar incrementar y mejorar la actividad con ejercicio físico para conseguir las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS):

  • Aeróbico: 150-300 minutos a la semana a intensidad moderada o 75-150 minutos a la semana a alta intensidad.
  • Fuerza: Mínimo 2 días por semana.

Con respecto a la actividad física (en la que se incluye caminar), la OMS recuerda que cualquiera de sus tipos produce beneficios en la salud, aunque sea de intensidad leve. Por lo tanto, merece la pena caminar independientemente de que sea por la ciudad, por la playa o por la montaña, siempre que no pongamos en peligro nuestra seguridad.

Beneficios de caminar por la playa

1. El terreno

La playa es una superficie irregular que, cuando caminamos, nos ayuda a entrenar la propiocepción. Se trata de la capacidad del cerebro de saber dónde se encuentra cada parte de nuestro cuerpo.

Tener una buena propiocepción garantiza que, de forma inconsciente, evitemos problemas como un esguince ante una torcedura del tobillo. Caminar por la playa ayuda a evitar lesiones y a trabajar la coordinación y el equilibrio.

La playa puede provocar una lesión si, como toda actividad o ejercicio físico, se practica de forma poco consciente. Por ejemplo, si no estás acostumbrado a caminar, hacerlo descalzo sobre una superficie inestable supone un mayor riesgo de lesión. Para suplirlo, podemos practicarlo con un calzado adecuado para que las articulaciones se vayan adaptando y que no suponga un cambio muy brusco.

Otro elemento a tener en cuenta es el desnivel. Uno ligero no supone un problema, porque suele recorrerse la ida en un sentido y la vuelta en el opuesto. Si es pronunciado, no realices demasiada distancia de forma continua en el mismo sentido para no sobrecargar más un lateral del cuerpo que otro.

2. La intensidad

Caminar al mismo ritmo por la playa que sobre el asfalto supone un esfuerzo ligeramente mayor, debido a que el pie se hunde en la arena y no llevamos unas zapatillas que ayuden en la propulsión. Esto conlleva que, si caminamos a la misma intensidad y el mismo tiempo que por otra superficie más firme, el gasto calórico sea más alto. Esto no implica que vaya a suponer una fatiga más alta ni una mayor intensidad.

3. El estado emocional

¿A quién no le apetece estar en la playa y aprovechar para dar un paseo por la orilla? Esta actividad aporta beneficios físicos, pero también psicológicos. Mejora síntomas relacionados con el estrés, la ansiedad y la depresión. Supone además una buena excusa para no llevarte el móvil y aprovechar para darte un baño durante el paseo. Además de cuidarte, conseguirás la ansiada desconexión digital.

4. Ejercita el cuerpo

Como caminar por la playa supone un mayor esfuerzo, ayuda a fortalecer más las piernas. Si además aumentas la velocidad, supondrá un buen estímulo cardiovascular y una actividad muy interesante con un mayor reto para el cuerpo. Ten en cuenta que entrenarás tren inferior, abdomen, coordinación, equilibrio y propiocepción. Camina por la playa todos los días que puedas y vas a notar cómo tu condición física mejora.

Para ejercitar más la fuerza y la potencia, puedes hacerlo por la arena de la playa, en lugar de por la orilla, pero esta actividad ya sí es un entrenamiento, porque aumenta considerablemente la intensidad y es realmente exigente.

Además, es recomendable hacerlo a primera o última hora para no quemarse los pies con la arena.

Recomendaciones para caminar por la playa

Para practicar cualquier actividad debemos tener en cuenta en qué lugar se desarrollará y con qué condiciones ambientales. Al igual que para esquiar necesitamos que haga un tiempo adecuado e ir equipados con ropa de abrigo, casco, gafas de sol y crema solar, para caminar por la playa necesitamos:

  • Crema solar.
  • Agua potable: Para hidratarnos durante la actividad.
  • Refrescarnos: El mar nos permite hacerlo de forma rápida.
  • Llevar protección para la cabeza y gafas de sol.
  • Evitar hacerlo en las horas en las que hace más calor.

Ten en cuenta también otros elementos característicos de la playa. Por ejemplo, en las playas que coinciden con el Atlántico o el Cantábrico, las mareas experimentan cambios grandes, algo que debes tener en cuenta para no pasar por alguna zona estrecha que posteriormente pueda estar ocupada por el mar.

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