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La forma en que deberíamos limpiar el deshumidificador para que continúe siendo efectivo

No solo debemos hacerlo porque corremos el riesgo de que se desarrollen bacterias en el tanque, sino también porque puede acabar funcionando mal. Así debemos limpiar correctamente un deshumidificador.

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En invierno, es importante tener en perfecto estado nuestro deshumidificador. Estos aparatos consiguen reducir la humedad ambiental filtrando el aire de una habitación. Gracias a él, logramos que durante esta estación nuestra ropa del tendedero se seque más rápido cuando la metemos dentro de casa. Pero no solo esto, también evita que desaparezca la condensación, consecuencia de la aparición de moho en las paredes.

Entre unas cosas y otras, es posible que olvides limpiarlo, ya sea por falta de tiempo o cualquier otra circunstancia. Sin embargo, los deshumidificadores deben limpiarse con cierta regularidad, ya que de no hacerlo exponemos a nuestro aparato a desarrollar bacterias en el tanque que pueden hacer que termine funcionando mal. Pero, ¿cómo hay que limpiarlo?

Cómo limpiar el deshumidificador y con qué regularidad tenemos que hacerlo

Si el objetivo de los deshumidificadores es absorber el vapor de agua en el aire para reducir la humedad, está claro que si se llena de bacterias no logrará cumplir con su función. Para limpiar la superficie del dispositivo, solo tendrás que humedecer un paño de microfibras con un poco de jabón neutro. Hay que poner especial atención a los recovecos donde puede esconderse el polvo y asegurarnos de que también acaben limpios.

Una vez hecho esto, escurre el trapo y vuelve a repasar toda la superficie del dispositivo. El siguiente paso será centrarnos en el depósito de agua. Lo vaciaremos y limpiaremos a fondo toda la superficie con un paño húmedo que contenga un poco de detergente neutro. Después, enjuágalo con agua dos o tres veces para asegurarte de eliminar todo resto de jabón.

En cuanto a la regularidad de su limpieza, es recomendable limpiarlo cada dos o cuatro semanas. El periodo de tiempo dependerá del uso que hagamos de él en nuestro día a día.

Si el aparato cuenta con un filtro extraíble, debes limpiarlo cada 20 días sumergiéndolo en agua con detergente PH neutro. No utilices agua caliente o detergente líquido de lavavajillas, ya que podrían dañarse las propiedades del filtro.

Por último, espera que se seque y ya podrás volver a colocar todo en su sitio.

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