Shein solicita su salida a bolsa: Así ha crecido la firma de moda china desde 2008

El último movimiento estratégico de Shein ha sorprendido tanto a la industria de la moda como a los mercados financieros. Según ha confirmado The Wall Street Journal, la destacada firma de moda, belleza y hogar con sede en China, ha decidido dar un paso trascendental y solicitar -de forma confidencial- su salida a bolsa en Estados Unidos, mediante una oferta pública de venta (OPV).

Esta decisión promete marcar un hito en la trayectoria de la empresa, consolidándola aún más como un gigante de la moda rápida global y una fiera competidora en el mundo del comercio online. Cuesta creer que hace una década ni siquiera se llamaba "Shein" y tan solo contaba con 100 empleados.

Así empezó Shein

En 2008, Chris Xu, el visionario fundador de Shein, dio sus primeros pasos en el mundo del comercio electrónico transfronterizo. Según informa The Guardian, Xu fundó un negocio en este sector llamado Nanjing Dianwei Information Technology, junto a dos socios. Fue entonces cuando demostró habilidades excepcionales en el ámbito del SEO, lo que marcó el inicio de una carrera empresarial que cambiaría el panorama de la moda online.

Xu aprovechó su don con los negocios y lanzó en solitario la marca ZZKKO, la predecesora de Shein, que inicialmente acotó su catálogo a la venta de vestidos de novia hechos en China. ZZKKO pasó a conocerse como SheInside cuando la razón de ser de la marca pasó a ser la ropa asequible y a la moda para mujeres jóvenes.

En 2013, Sheinside.com ya contaba con 100 empleados, había movido su sede a la localidad china de Guanghzou y había dominado el sistema de venta minorista en tiempo real.

En estos primeros años fue capaz de destacar por su capacidad de ofrecer las últimas tendencias a precios considerablemente bajos. Este enfoque llamó la atención entre los más jóvenes, ávidos de seguir las tendencias de la moda sin tener que romper la hucha.

Su transformación en Shein y expansión global

El siguiente año clave para el gigante asiático fue 2015. Entonces adoptó su nombre actual con el objetivo de simplificar la identidad de la marca, haciéndola más fácil de recordar y más fácil de buscar en Google.

A medida que Shein consolidó su posición en el mercado chino, Xu y su equipo comenzaron a mirar hacia el mercado internacional. Este mismo año, dieron el salto global al ofrecer envío gratuito a todo el mundo.

La estrategia de marketing de Shein fue clave en este período, utilizando las redes sociales y colaboraciones con influencers para aumentar su visibilidad. En muchos portales destacan la firma de moda china como una de las primeras en apostar por publicitarse a través de los creadores de contenido.

Aclamado y criticado, a partes iguales

Shein aprovechó los avances de la tecnología y la analítica de datos para hacer crecer su modelo de negocio. Utilizaron algoritmos para analizar las tendencias de moda emergentes y anticipar la demanda del consumidor, lo que les permitió convertirse en una especie de "lámpara mágica" de Aladdin y ofrecer a sus clientes todo aquello que aún no sabían que deseaban.

Aunque no todo es tan bonito como parece, puesto que a Shein también se le ha acusado de prácticas laborales cuestionables en sus fábricas y de ser uno de los grandes implicados en los graves problemas de contaminación del sector.

Lo que no negaremos es que en los últimos años, Shein ha transformado la manera en que la que entendemos y consumimos la moda asequible. Ha supuesto una auténtica revolución en el mundo de la moda, siendo la imagen del denominado "fast fashion".

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