CUIDADO DE LA PIEL

Diferencias entre melasma y melanoma

Hay varios factores que diferencian la melasma y el melanoma u otras reacciones que provocan manchas en la piel. En cualquier caso, debemos actuar con tranquilidad y precaución, ya que pueden resultar muy comunes y no suelen ser malignas.

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Las altas temperaturas y el calor, el sudor, la falta de apetito, la marca blanca del bronceado o el aftersun después de tomar el sol. Son muchas las características del verano, ya que no suelen faltar en ninguno de los rincones del territorio español. También la playa, la piscina, las sopas frías o el aire acondicionado. En el terreno de la belleza, una de las preocupaciones principales de la época estival es el cuidado de la piel.

Con la exposición solar que experimentamos durante estos meses, la protección cutánea es una prioridad, sobre todo para los fototipos más claros. No es para menos, según datos recientes, cada año se diagnostican alrededor de 5.000 casos nuevos de melanoma en España, los cuales suponen casi 1.000 muertes anuales a causa de dicho cáncer de piel. La aparición de manchas de pigmentación, como pequeñas pecas, se intensifica con la exposición al sol. Las más habituales son el melasma y el melanoma. Pero, ¿qué diferencias tienen?

El melanoma, el más grave

El melanoma es el cáncer más grave que existe y el que más fácilmente se puede evitar. Las principales causas que nos pueden llevar a padecer esta enfermedad son la radiación solar y el bronceado artificial mediante rayos UVA. Además, el riesgo de aparición se incrementa con la cantidad de lunares que tenga la persona que lo sufre.

Sin embargo, el fototipo y la genética no juegan un papel importante, ya que tener la piel oscura o no tener antecedentes familiares en lo que se refiere a dicha enfermedad no te salvarán de poder sufrirla.

Para prevenir su aparición, lo más ideal es usar una protección solar adecuada, SPF elevado y de amplio espectro de absorción, y evitar las horas centrales del día donde podamos exponernos más al sol.

El melasma, un problema estético

Por otro lado, nos encontramos con el melasma, el cual nada tiene que ver con la gravedad del melanoma. Se trata únicamente de un problema estético y no es maligno. Aparece ante determinadas situaciones como un embarazo o el tratamiento con algunos medicamentos como los anticonceptivos hormonales. También con la exposición del sol.

Es muy común que al finalizar el verano haya aparecido algunas ligeras manchas o sombras en la mejilla, la frente, las mejillas o el labio superior. Aunque puedes esquivarlo con facilidad, ya que con el uso de protección solar podrás prevenir esta reacción cutánea. Si ya es tarde, puedes tratarlo con cremas despigmentantes. No obstante, ante cualquier duda, lo idea siempre es buscar asesoramiento médico.

Las manchas no son sinónimo de maligno

Después de advertir sobre los peligros, debemos tener en cuenta que no todas las manchas son preocupantes o malignas. Aunque también pueden serlo. Por este motivo, lo más recomendable es realizar una revisión anual en el dermatólogo y, si detectamos cualquier cambio en alguno de nuestros lunares como en la forma, color o el picor, también acercarnos a visitarlo en momentos puntuales.

De todas formas, existe una norma nemotécnica, llamada 'Regla del ABCDE', que señala algunos puntos clave que tener en cuenta a la hora de diferenciar el melanoma con otro tipo de lesiones o alteraciones de la pigmentación.

  • A de Asimetría en la forma
  • B de Bordes irregulares
  • C de Color no uniforme
  • D de diámetro mayor de 6mm
  • E de elevación
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